Arriba: Lucho Gamin - Gustavo Valdez - Walter Molinari - Diego Lopez - Fernando Encinas - Loreto Fernandez - Diego Insua - Ana Tibaudin - Javier Siede - Juan Noto.
Abajo: Pablo de la Vega - Guillermo Vera - Leandro Hernandez - Silvia Spada - Pablo Barria - Rosa Brea -Gustavo Weth - Fabian Rodriguez.
El pasado fin de semana se llevó a cabo la IX Travesía de los Lagos organizada por socios del Club Náutico Ioshlelk Oten de Río Grande. En esta edición fueron 18 los palistas que se dieron cita en seis kayak dobles y seis en kayak individual y con la particularidad que fue la edición con mayor numero de palistas de Ushuaia.
Esta travesía, la segunda en importancia organizada por el náutico de Río Grande, despues del Raid Náutico va adquiriendo matices para ser un gran evento que reúna a kayakistas en busca de aventura con todos los ingredientes, navegación nocturna por el lago Yehuin, incursión por los los ríos Indio y Claro donde se deben pasar innumerables saltos de agua y castoreras, la compañía de gran variedad de aves, la mirada vigía de algún guanaco y cada tanto el salto de alguna trucha, dueñas estas de la gran reserva del río Claro, el poder saborear los inmensos calafates que estan al alcance de la mano sin bajarnos de nuestros kayaks, y el tercer día la culminación con la navegación del gran lago Fagnano.
Partimos en colectivo desde el náutico a las 18.15, tambien lo hacía el vehículo que transportaba el trailer con las embarcaciones, luego de dos horas de viaje llegamos a la cabecera norte del Yehuin, la gente de Ushuaia ya estaban en plenos preparativos, luego de los saludos con los viejos amigos y presentaciones con los nuevos nos sumamos a preparar los kayak. El unimog de prefectura de Río Grande se hace presente; ellos como siempre nos acompañarán hasta nuestro primer campamento, se suman en forma desinteresada para acompañarnos los semirrigidos de Andrés Radnay y Marcelo Baker.
Luego de la típica foto grupal y la despedida con los amigos que siempre acompañan, nos hicimos al agua siendo las 21.40 con rumbo a ensenada lugar donde nace el río Indio.El lago no podía estar mejor, el sol caía en el horizonte y con el ánimo en lo mas alto se remaba a ritmo sostenido con breves paradas de reagrupamiento. La noche se hacía mas oscura, solo se veían algunas nubes sobre las montañas y de pronto refucilos rompen el silencio con destellos que admiramos por algunos minutos. En la inmensidad del lago el tiempo parece detenerse, sin darnos cuenta estabamos ya en presencia del centinela del lago testigo de calmas y borrascas que emerge desde las profundidades con forma de piedra.
Entramos a la bahía hacía ensenada, avanzando hacía nuestro destino final; por VHF el amigo Andrés nos hace saber el ofrecimiento de Marcelo Backer para hacer el campamento en la isla Guanaco un lugar accesible y muy cercano a nuestro destino inicial con mucha leña y hasta una cabaña con baño, muy conveniente para las damas de la travesía. Antes de dar respuesta le planteamos esa posibilidad a los amigos de Prefectura al cual accedieron al cambio del derrotero y sin dudar cambiamos el rumbo. A partir de ahí la ruta era desconocida para todos los que remábamos, se trataba de seguir al semirrigido en la oscura noche, se hacía dificil y en un pequeño islote el grupo se dividió y algunos debieron portear un pequeño cordón de piedras para reencontrarnos del otro lado, luego de este contratiempo, avanzamos nuevamente hasta ahora si, el primer campamento de esta travesía. Nos esperaban Marcelo Baker, Titín Vidal y un fogón espectacular, luego de armar las carpas fue el fogón nuestro anfitrión, compartimos una picada con café frío, charla y anecdotas.
Por la mañana el día se presentaba bastante bien, poco viento y bastante despejado. Luego de desayunar empezamos los preparativos para la segunda etapa, despidos, agradecimientos y zarpe a la hora prevista. Eran las doce del mediodía y enfilamos hasta el nacimiento del río indio; había incertidumbre de como iba a estar el río debido a las abundantes lluvias y fue al llegar que paramos para hacer un avistaje exploratorio hacia el primer gran salto de piedra y fue así que el río se presentaba con mucha agua, se hacía dificil caminar por la correntada sobre las piedra con musgos, pero aún así era la mejor opción; sino había que portear los kayak por la montaña hasta el otro lado del salto. Acá se vió reflejado el temple del grupo, había que trabajar en equipo y así se hizo; algunos se dieron el tiempo para explorar las profundidades del río pero solo un momento, aún faltaba mucho y había otros lugares para la práctica de avistaje en las profundidades.
Se notaba gran entusiasmo mas en aquellos que hacían la travesía por primera vez, no había quejas a la hora de acarrear el kayak por los bajos del río o para hacer los porteos en las castoreras, al menos no por ahora. Algunas represas se rompian parcialmente provocando el desalojo de varios miles de litros por minuto; algunos ozados se lanzaban con los kayak a través de estos saltos provocados por el desnivel de las represas.......... continuará.
